Por José Vásquez
Ricardo Lagos confía en Tulio Triviño. Porque Tulio Triviño es de verdad, aunque parezca de mentira. Nadie habla al respecto, acá no es tema 31 Minutos
, dice Nury Munizaga, secretaria del Tribunal de Contratación Pública, donde el abogado Tulio Triviño Quiroz es miembro titular desde 2005, cuando fue nombrado por Lagos en el cargo. Cuando se buscaba el nombre del conductor de 31 Minutos en Aplaplac salieron varias ideas, pero ninguna que los convenciera tanto como Tulio Triviño, un nombre tan llamativo como único. El nombre surgió cuando Álvaro Díaz se acordó de un apoderado de su colegio y listo, bautizado el mono más vanidoso de la televisión chilena, el carismático muñeco hecho con dos chalecos, que nunca deja sus suspensores y se pasea en un Mercedes descapotable. El mismo que tuvo un mega hit con su grupo Ratoncitos, luego que una bruja malvada le cambiara la voz a él y a sus empleados.
Ubicar a Tulio Triviño Quiroz fuera de reunión es difícil. Pero que acceda a una entrevista, eso sí que es casi imposible. No, no quiere hablar con usted. No llame más por favor
, dice muy en serio, una voz de mujer mayor al teléfono desde su casa. A diferencia del muñeco, Triviño Quiroz sí resguarda su imagen, aunque cuando apareció el programa en 2003, escuetamente respondió en una entrevista en LUN: No me causa ninguna impresión, ni favorable ni desfavorable. Es un alcance de nombres
. Y punto.
"Un día me llamó el Lalo (voz de los Chancho en Piedra) y mi abuelita contestó: 'Marito Huuuuuuugo teléeeefono...'. ¿Qué iba a hacer?, después de eso nunca más fui el Mario. De ahí que soy el MarioHugo", cuenta Mario Hugo Torres (29) stage manager de los Chancho en Piedra. "En las fiestas quedé chato porque a cada rato me pedían que hablara como el personaje, no entendían que yo no tenía nada que ver, que solo usaron mi nombre, si ni me parezco", alega Marito Huuuuuuuuuuuuugo. Ya saben: Chancho en Piedra – Kvzón - Aplaplac - mono. Así pasó a bautizar al ordenadito reportero en terreno de Tulio Triviño, amante de la maravillosa "dimensión hermosa y desconocida".
Físicamente no tiene nada que ver con el reportero, pero hay algo que lo une tanto como esa combinación mágica del nombre: su amor por el doggy style. Si el mono está rodeado de quiltros como el Copi Copi, el Elemento, el Adjetivo, el Tepo Tepo, el Yo no fui o el Corta Churro, el Mario Hugo de carne y hueso también la revolvió con su pandilla en cuatro patas. Sí, tuve hartos perros pero se me murieron todos. El Copito de Nieve, el Chocolate, el Musi, la Tamy, la Lassie y la Chica. Ahora no tengo ninguno
, dice con pena.
Este fanático pelotero casi deja la grande en un capítulo que enfrentó a su profesor de piano con su entrenador de fútbol. Tuvo que mediar Calcetín con Rombos Man para salvar la situación y que este rubiecito joven cruzado pudiera hacer lo que más le gusta. Pero en su versión humana no es tan caballero. Porque el Chico Terry fue un apodo sacado de la crónica roja infantil, cuando este mini malandra de diez años, drogado con pasta base apuñaló a su compañero de pandilla de trece años en abril de 2003. Y todo por no acompañarlo en sus andanzas de cabro chico malo. No me molestís que ando duro
, le contestaba a su mamá cuando le preguntaba como estaba, según un diario de la época.
Nadie me cree que soy Juanín Juan Harry
Eso es lo primero que dice Juan Ignacio Miquel (33). Y bueno, obvio que nadie le va a creer si no es peludo ni blanco y su pega no es despertar a Tulio para decirle ¡estamos al aire!
. Juan, arquitecto que asesora al alcalde de Paine —el actor Patricio Achurra— en materias de desarrollo y planificación de la municipalidad, cuenta el origen de su apodo: "En el Cine Video (programa de TVN) salió un tipo apodado Juanín Juan Harry que se instalaba con una carpa en Cartagena. Y como yo en ese tiempo tenía un estilo de veraneo parecido, a veces dormía en la playa, me pusieron así unos amigos que vivían en Las Cruces. Desde entonces soy Juanín". Juanín no es sólo un ultra responsable coordinador de piso, sino que un gran reportero, el puntal de 31 Minutos, el único que aperra cuando todos se van de vacaciones.
¿Y cómo llegó el apodo a 31 minutos? "Por mi amigo y compañero de curso Rodrigo Salinas uno de los guionistas del programa. Yo sabía que esto tarde o temprano pasaría y el guatón se saldría con la suya". Para que no queden dudas de autenticidad, explica: Tengo varias cosas de la personalidad del mono, pero en lo que más nos parecemos es que todas las fiestas se hacen en la casa de Juanín, o sea la mía. Digamos que tengo una vocación al respecto
.
Otro compañero de colegio de Rodrigo Salinas que no salió nunca más de su cabeza. Es que con ese nombre era imposible. Jackson Aceituno (33), como dice su carnet, estudió publicidad en la Usach y ahora trabaja de garzón en un hotel donde mira a su tocayo, corresponsal en terreno que despacha desde las cercanías del Mar Despénsico, la guerra entre Salsacia y Conservia. El despacho, abajo. Yo no sabía nada hasta que unos familiares me dijeron que estaba saliendo en la tele, ¿qué? Les dije
. Ahí Jackson hizo unas averiguaciones y supo quien estaba detrás de todo. Y se consiguió el teléfono para cobrarle la broma. Se hizo pasar por un abogado y lo amenazó con una terrible demanda por usar el nombre sin permiso, pero Salinas (voz de Juanín) lo identificó al tiro. Del mono dice que se parecen en los "ojos saltones" y que cada vez que dice su nombre los cabros chicos saltan recordándole 31 Minutos. Una vez la hermana chica de un amigo que iba en primero medio creo, me pidió un autógrafo para mostrárselo a sus compañeras. Le puse en un cuaderno con cariño de Jackson Aceituno
. Todo un rockstar.
El mejor periodista de 31 Minutos. Un reportero tan bueno que siempre tenía tiempo de sobra para apostarle a los caballos. Un conejo callejero que era como los yogures americanos, ácidos por arriba pero dulces en el fondo. Un rudo de buenos sentimientos, un valiente periodista siempre dispuesto a denunciar las catástrofes medioambientales y la crueldad humana en sus "notas verdes".
Según Álvaro Díaz, que le ponía la voz al mono, su nombre era un compuesto. "Es que a mí me encanta Don Gato y su Pandilla. Entonces el apellido es por Benito Bodoque. ¿Y Juan Carlos? Ah, porque es nombre de periodista".
Otra vez Rodrigo Salinas, el pone nombres más rápido de 31 Minutos. Él no me conocía y no podía creer que me llamara Gary González (46). Le tuve que mostrar mi carnet y mientras conversábamos nos caricaturizamos mutuamente. Después intercambiamos los dibujos y me pidió permiso para usar mi nombre en un mono.
. Así Gary González pasó de ser un comunicador audiovisual reciclado en profesor de escuela, al soñador cantante de "Mi castillo de blanca arena con vista al mar", todo un éxito en el Ranking Top de Policarpo Avendaño. Sí obvio, mientras no me metai en problemas
, le dije jajaja. Después me olvidé, porque yo apenas lo conocíaNo había visto el video hasta que en el colegio mis alumnas me avisaron de que salía en la tele. Yo encontré que el mono no se parecía a mí, pero en mi familia me molestaban diciendo que era igual, que así era cuando chico, con la cabecita redondita y las orejas bien destacadas, jajaja
.
A Gary no le molesta ser un "one hit wonder". Lo que lo sorprende es que la letra de la canción escrita por gente que no lo conocía (Peirano, Díaz, Castro, Salinas, Ilabaca), lo retratara tan bien. Con una música como de la nueva ola, ad hoc al mar, siento que el tema tiene hartas cosas de mí. Es que yo siempre invento empresas que no funcionan por falta de plata. Esos son mis castillos de arena
.
Tíos Horacios hay muchos. Pero sólo dos inspiraron el nombre del intérprete del súper éxito "Boing, boing, boing". Mientras que Pedro Peirano dice que fue en honor a un anciano profesor de música de su colegio, Rodrigo Salinas cuenta que el nombre viene de su propio tío Horacio Marambio (52). Conociendo a mi sobrino con lo bueno para la talla que es no me quedó más que reírme. Me sentí muy halagado
.
Es un goleador de Taca Taca que le dio el campeonato mundial en la categoría a Chile. Un jugador que partió de abajo metiendo goles en una mesa de El Quisco y que sueña con llegar al Real Madrid y construir su propia ciudad deportiva. ¿Les suena parecido? Según Álvaro Díaz agarró este nombre de una calle de Puchuncaví.