Búscate un lugar para ensayar
Búscate un lugar para ensayar es el sexto tema del disco Conducción de Ases Falsos.
Letra
Dale, cámbiame la cara, no te tengas pena, ordena tus ideas, búscate un lugar para ensayar. Confusión y rebeldía pueden enredarse, pero son distintas; búscate un lugar para ensayar. Vamos, habla fuerte y claro, pero cuídate de transformarte en un gritón. La fuerza de la idea no se mide en decibeles. La fuerza de la idea no depende de una masa. Pongo el caso de una marcha: nos conmueve la fiereza de cada canción, pero son frases hechas que se olvidan con facilidad. Después de unas cervezas nadie sabe dónde quedó la rabia. Dale, cámbiame la cara, no te tengas pena, ordena tus ideas, búscate un lugar para ensayar. Confusión y rebeldía pueden enredarse, pero son distintas; búscate un lugar para ensayar. ¿Disconforme o aturdido? Examina el germen de tu disconformidad. ¿Será que estás luchando para el bando equivocado? ¿Serás participante de peleas engañosas? No te eches a morir, templa tu cabeza y no te eches a morir, pero si insistes en tirarte al suelo a darte color descuéntale la agonía, muérete y despeja el paso. Dale, cámbiame la cara, no te tengas pena, ordena tus ideas, búscate un lugar para ensayar.
Referencias
La canción surge como reacción a las actitudes observadas en las movilizaciones estudiantiles chilenas de 2011. En entrevista a Bello Público[1], Cristóbal Briceño habló sobre la creación del tema.
¿En qué te inspiraste para esos versos?
Yo participé de las marchas estudiantiles el 2011. En esa época vivía en el centro, en Plaza Italia, y es verdad que habían cantos súper buenos que te llenaban de adrenalina y uno sentía en un momento la ilusión de que toda esta gente quería destruir esto, desde el fotógrafo más amarillo hasta el encapuchado más brígido. Todos teníamos claro que el mensaje era destruir la hueá. Ya sea constitucionalmente, como habrá pensado el fotógrafo, o materialmente, como piensan los carepolera. Y en un momento voh veíai a toda esta masa enfervorizada, con cantos violentos que al mismo tiempo eran ingeniosos. Ahí voh de verdad pensabai que iba a suceder algo, pero después cachabai que la marcha se acababa y todo seguía igual y volvían a clases.
(...)
«La fuerza de la idea no depende de una masa». Explícame mejor ese verso.
Yo digo «¿es necesario que una gran idea esté reforzada democráticamente? ¿tiene que haber tanta gente?». Quizás no, hueón. Quizás bastaría con que agarráramos a alguien de la Escuela Militar, lo invitáramos a comer algo rico, tuviéramos una conversación con él en privado, con unas tres o cuatro personas y convencerlo para gestar un golpe de Estado para poner a un dictador socialista. Pienso que Chile está preparado para un dictador socialista.
