El Tarro |
Mucho tiempo antes de que se descubriera que la
tierra era redonda un sujeto corrió en línea recta hacia el horizonte para
comprobar que no habían más continentes. Pasó por todas las capas de la
atmósfera, descubriendo otros tiempos y también otros mundos. Probablemente
descubriendo muchas cosas que ahora confrontamos con mucha facilidad. Al regresar a su tierra por la edad media, sin verse comprendido prefirió andar encubierto por la tierra, dando la inspiración a la gente para las futuras teorías astronómicas y espacio-temporales. Entre ellas, la del tarro de conserva. Sucedió en una noche cuando un escritor que criaba chanchos acababa de derribar un árbol, se produjo una llama por razones incomprendidas, fue en ese momento de que el sujeto que inspiraba empezó a hablar detrás de la llama de fuego aprovechando la patidifusa atención que el escritor le brindaba a esta y le dijo en su idioma que para preservar el alimento en el tiempo, buscara encerrarlo en algo resistente y cocerlo. Después de eso, fue mucho el tiempo en que el escritor trató de comprender ese mensaje y mucho más tardo en ponerlo a practica. Empezó cavando en la tierra y cubriendo con madera, después intento crear una estructura con tarugo, derivando en cajas de piedra y cilindros de metales, en los que conservaba los derivados de los chanchos, y más tarde en otras utilidades. Si bien no es una historia muy compleja, pero expresa en resumidas cuentas toda la cultura que se desarrollo en esos tiempos. Andrés Sanhueza |